30 de mayo de 2011

Portadora del color

Y extendés las alas desde el sueño que tenés en la crisálida. Y extendés la crisálida desde las alas que tenés en sueños. Y extendés los sueños desde la crisálida que tenés en las alas. Pero además tenés tiempo de mariposa, que tiene los tiempos tan determinados que uno los termina conociendo de memoria. Y es que el tiempo y las rutinas no te hacen mariposa. Mariposa te hace el constante ejercicio de la libertad, y su peso, y la liviandad de la alegría, y su peso, y el vuelo de la vida, y su peso. Así te volvés admirable portadora del color.