17 de noviembre de 2009

Inconciente Colectivo

- No sale el boleto.
- No sale porque te falta poner diez centavos.
- Pero yo puse uno con veinte.
- No, no pusiste uno con veinte. La máquina no es boluda.
- Bueno, yo tenía uno con veinte en la mano, y soy menos boludo que la máquina.
- ¿Ahí dice uno con diez? Entonces pusiste uno con diez. No hay otra flaco. Poné diez centavos más o bajate. Pero apurate porque me estás haciendo perder el tiempo.
- Escuchame, pedazo de sorete del sistema, cabeza cagada, hijo de un antojo de pija, producto del conchudismo social, partícula de mierda en una letrina, salido del fondo del peor culo de la más puta de las madres, red neuronal desconectada del meo ácido donde te flota la hemorroide que tenés de cerebro, hijo de un random vergal, nieto de una mezcla sobresaliente de forros, bis nieto de una colección de esperma de la foca más pelotuda de todo el océano, rama de un árbol genealógico de latex pinchado y mierda marmolada, enfermo, come culos, chupa troncos, enderezador de snorquels, domador de porongas, catador de pelusa, cabeceador de ombligos... a ver si me entendés un poquito... puse un peso con veinte y tu máquina de mierda anda mal, ¿ok?
- Si señor, pase nomás. Debe ser una falla de la máquina.
- Gracias, muy amable.
- Gracias a usted. Disculpe el malentendido.

Claro que esto es lo que después, caminando hasta mi destino, fui pensando que tendría que haberle dicho y no le dije. Cosas que te quedan atragantadas y vas repitiendo en un diálogo gestual con vos mismo, en una fantasía exclusiva, porque necesitás sacarlas para no pudrirte por dentro. Porque necesitás hacer una catarsis para no cagar a trompadas al próximo que te lleve la contra.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

GROSSSSOOOOOOO!!!!!! Una vuelta me pare en la mitad de la calle para frenar a un bondi que no pensaba frenar en la parada. llovía a cántaros. Que hijo de puta pense yo, este turro se va a hacer el boludo y no va a parar. El tipo tuvo que parar, pero no abria la puerta. Como yo estaba muy cruzado, se la empecé a golpear con la mano. El flaco me señalaba algo (yo crei que la parada) y yo le gritaba que me abriera. Cuestion; me deja subir al bondi, todo el mundo mirando y lo recontraputié. Cuando termino con una puteada - no tan fuerte como la que describis, pero con mucho ímpetu - el flaco me dice: Pero Sr., no vio el cartel que dice FUERA DE SERVICIO??? Me sentí el más boludo del mundo. Abz,

Sebas

Feffo dijo...

Jajaja grande Sebas!
Parece que es así nomás: uno putea cuando no tiene que hacerlo, y no putea cuando sí.
Gracias por el comentario! Un Abrazo!

siluz dijo...

jajajjajajaja que genial!!!

Feffo dijo...

Gracias Sil. Bienvenida.

Scarcito dijo...

Muy bueno. Me hizo acordar a esa frase de García Márquez: “Volví a casa atormentado por el diablillo que sopla al oído las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo, y ni la lectura ni la música mitigaron mi rabia”.
Abrazo.